La importancia de la salud mental en el entorno laboral es un tema cada vez más relevante, y en el Día Mundial de la Salud Mental, se acentúa aún más esta necesidad de atención.
Recientemente, el Consejo de Empleo y Políticas Sociales de la Unión Europea (EPSCO) se reunió para abordar las conexiones entre la salud mental y el trabajo, haciendo hincapié en la preocupante precariedad laboral.
En la reunión, la vicepresidenta y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, destacó que esta temática se ha trabajado en España a través de una comisión de expertos y se está llevando al ámbito europeo. Hizo hincapié en que no se puede permitir que el mercado laboral genere malestar psicológico y enfatizó la importancia de un trabajo decente y con derechos como antítesis de la precariedad laboral.
Las conclusiones resultantes de esta reunión incluyen propuestas para los Estados miembros, como la promoción de políticas de empleo de calidad para combatir la precariedad laboral, el respaldo a la investigación preventiva de la salud mental en el trabajo y el impulso de sistemas de vigilancia de la salud mental en las empresas. Además, instaron a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas (PYME) a prestar atención a la prevención de riesgos psicosociales en el trabajo.
El mensaje es claro, como afirmó Díaz: «La salud mental, que es fundamental para tener vidas plenas, debe ser un derecho para todos los trabajadores europeos, no un privilegio para unos pocos». Pero, ¿cómo se encuentra la salud mental en España?
Los Riesgos Psicosociales en la Vida Cotidiana de los Trabajadores
Desde UGT, se destaca que los trabajadores están sufriendo las consecuencias de una gestión deficiente de los riesgos psicosociales en sus lugares de trabajo. Las condiciones laborales tienen un impacto significativo en la salud mental de los empleados, y no es casualidad que los infartos y derrames cerebrales fueran la principal causa de muerte durante la jornada laboral en España en 2021, patologías que pueden estar relacionadas con la exposición a riesgos psicosociales en el trabajo.
Los riesgos psicosociales son una realidad en la vida diaria de los trabajadores en España. Según datos de UGT del año pasado, el 32% de la población ocupada consideraba que estaba sometida a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo, seguido por situaciones difíciles con clientes, pacientes o alumnos, con un 16,3%. Estas situaciones afectaban más a las mujeres. El tercer riesgo más común era la inseguridad laboral, con un 14,2%.
De todos estos riesgos, las presiones y la sobrecarga de trabajo fueron los más mencionados por los encuestados, coincidiendo en que eran los que más afectaban negativamente a su bienestar mental, según la mitad de los trabajadores que participaron en la encuesta.
El año pasado, un informe de Infojobs sobre el abandono del empleo reveló que el 32% de los trabajadores que consideraban dejar su trabajo lo hacían por motivos de salud mental, siendo esta la principal causa de renuncias. Trabajar en un ambiente tóxico o con altos niveles de estrés también se identificaron como factores perjudiciales para la salud mental, y esta tendencia ha continuado en 2023.
Las Patologías Psicosociales como Enfermedades Profesionales, una Asignatura Pendiente
UGT señala que las patologías que sufren los trabajadores debido a una mala gestión de los riesgos psicosociales de origen laboral rara vez se reconocen en España como contingencias de origen profesional. El Cuadro de Enfermedades Profesionales recogido en el Real Decreto 1299/2006 no incluye ninguna de estas patologías, y el reconocimiento de estas afecciones como accidentes de trabajo es limitado.
En contraste, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) incluyó los trastornos mentales y del comportamiento en su Lista de Enfermedades Profesionales en 2010. La Organización Mundial de la Salud también considera el síndrome del trabajador quemado como un problema relacionado con el empleo o el desempleo en su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Es relevante destacar que las bajas laborales por ansiedad son la segunda Incapacidad Temporal más común en España. Sin embargo, la Seguridad Social suele clasificar estas bajas como contingencias comunes en lugar de profesionales. Aunque existen precedentes, como una sentencia en Madrid en mayo de 2022 que reconoció una baja por salud mental como accidente laboral debido a un episodio de ansiedad relacionado con las condiciones de trabajo.
Entre las patologías psicosociales más recurrentes destaca el síndrome del impostor, que ocurre cuando un trabajador se siente incapaz de reconocer sus propios logros y teme ser descubierto como un fraude. Infojobs analizó este fenómeno y encontró que las mujeres eran las más afectadas, con un 47% experimentando ansiedad laboral debido a la carga de trabajo o la presión, en comparación con el 36% de los hombres.
Además, el 48% de las mujeres trabajadoras afirmó haber sentido la necesidad de continuar estudiando o capacitándose para ejercer su profesión, en comparación con el 38% de los hombres. También se informó que las mujeres experimentaban más frecuentemente la frustración en el trabajo y la duda sobre sus capacidades para realizar ciertas tareas.
Preocupación de los Directivos por la Salud Mental de los Trabajadores
En contrapartida, el «IV Barómetro LHH Executive sobre Liderazgo Directivo en España (III): Igualdad de género, sostenibilidad y salud mental» indica que el 64% de los directivos empresariales se preocupan por la salud mental de sus empleados, lo que representa un aumento de 9 puntos con respecto a julio de 2022 (55%). Por otro lado, el 36% no muestra preocupación por este tema.
Este estudio también revela que las mujeres directivas y los directivos de empresas con más de 1.000 empleados son los que más se preocupan por la salud mental de sus trabajadores. En cuanto a su propia salud mental, la mitad de los directivos afirmó experimentar altibajos, sufriendo estrés y ansiedad durante los momentos de mayor carga de trabajo (50%), lo que representa un aumento de 14 puntos. El 39% afirmó disfrutar de buena salud mental.
Tanto los trabajadores asalariados como los directivos identifican la sobrecarga de trabajo como el principal factor de estrés (61%), seguido de la falta de conciliación (53%), un entorno laboral conflictivo (49%) y la dificultad para desconectar (45%). Menos comúnmente, se mencionan la falta de reconocimiento (33%) y la falta de oportunidades de promoción (25%), así como otros aspectos (6%).