La llegada del coronavirus a nuestras vidas ha cambiado enormemente la forma en que trabajamos o vemos ciertos aspectos de nuestra vida. Gracias a ello, hoy en día es posible realizar una gran variedad de trámites a través de Internet, aunque permite que las personas se beneficien de ello. Hemos recibido varios casos de personas que han intentado pedir cita online con el SEPE o la DGT y solo lo han conseguido yendo a los comercios y pagando un trámite totalmente gratuito. Te contamos más.
Como suele ser el caso con estas cosas, siempre hay personas o grupos que usarán lo que puedan para obtener el mayor beneficio posible. Esta situación con respecto a hacer una cita no es nueva y viene ocurriendo desde hace varios años. Mucha gente nos ha escrito sobre sus casos y todos han tenido que utilizar estos recursos para conseguir una cita que sin ellos no hubiera sido posible.
Pedir citas en locutorios, nada nuevo
Como decíamos, varias personas nos han escrito para contarnos la verdadera odisea de pedir cita online para un trámite. El caso más reciente que nos ha llamado la atención nos demuestra que era prácticamente imposible conseguir una cita online con la DGT para hacer un trámite presencial. Estamos hablando de varios intentos diarios de obtener una cita durante meses, y en ninguno de estos intentos fue posible obtener una cita incluso después de varias semanas.
La misma persona intentó llamar al 060 para pedir cita aquí, pero ni siquiera por esta vía era posible conseguir cita online, que repetimos es un trámite que debería ser muy sencillo. A esta persona le dijeron, aunque suene muy raro, que intentara acudir a un call center para concertar una cita. Pues pagando 2,5 euros, esta persona pudo concertar una cita para esa misma semana.
Lamentablemente, esto no es nada nuevo. Existen grupos organizados encargados a través de locutorios y otros centros de venta de encargos similares para realizar trámites personales ante el SEPE, la DGT y otros organismos similares. Lo que usan es un software que les permite identificar las horas libres que parecen estar haciendo papeleo y registrarlas sin parar, lo que hace que sea obvio que las personas obtengan estas citas por su cuenta.
Todos estos centros tienden a actuar de manera similar. Lo primero que hacen es pedir a la persona que quiere tener la cita sus datos personales como nombre completo, número de teléfono y DNI. Introducen los datos en el sistema para poder concertar la primera cita gratuita, y cuando eso sucede, le envían un mensaje a esta persona informándole que ya tiene la cita.
El verdadero problema es que estas organizaciones están utilizando estos datos recién adquiridos para obtener y reservar otras citas para poder pasárselos a otras personas a cambio de dinero. Estas organizaciones no se cortan el pelo e incluso podemos ver páginas de Facebook donde se anuncian como si estuvieran promocionando un producto legal.