Estudiantes que fueron sometidos a humillantes novatadas en la Residencia Universitaria Galdós de Madrid han declarado que aceptaron participar en estos rituales sin conocer el nivel de humillación que enfrentarían. Ante la Policía Municipal, relataron que accedieron a un encuentro en un parque con la expectativa de diversión y risas. Jamás imaginaron que serían objeto de insultos y que les arrojarían vino en el rostro. «Se pasaron con la broma, no sabíamos hasta dónde llegarían», manifestó una de las afectadas, quien admitió que, en el momento de las novatadas, se encontraban en un estado de ebriedad después de haber consumido alcohol durante toda la tarde.
Las víctimas también señalaron que optaron por no denunciar los hechos para evitar problemas con los antiguos residentes, quienes les habían advertido que lo ocurrido en el parque debía mantenerse en secreto.
Cabe destacar que estas estudiantes eran conscientes de que estaban siendo grabadas por otros alumnos, aunque aseguraron que existía un acuerdo entre algunos de los veteranos para no difundir esas imágenes con los novatos.
Estas jóvenes fueron congregadas en un parque donde recibieron «castigos» en forma de bromas pesadas como consecuencia de haber infringido la regla del celibato que prohíbe relaciones «amorosas» a los nuevos residentes durante el primer mes de estancia en el recinto.
Aquellos novatos que aceptaron asistir al parque fueron obligados a arrodillarse y poner las manos en la espalda mientras eran víctimas de insultos machistas por parte de estudiantes de ambos sexos.
Las víctimas llevaban sujetadores negros sobre su ropa o chalecos reflectantes y adoptaron una actitud sumisa, como se puede apreciar en los videos. Además, los veteranos las forzaron a lamer pescados, ingerir tabasco y galletas de perro, y beber vino mientras las increpaban con frases ofensivas como «guarra» o «puta». Incluso las animaban a consumir grandes cantidades de vino, acompañando el acto con expresiones despectivas.
Tres videos de esta lamentable noche fueron enviados por un individuo aún no identificado al director de la Residencia Galdós, quien denunció los hechos a los agentes tutores de la Unidad de Moncloa. Estos, a su vez, remitieron el caso a la comisaría principal de Policía Judicial de la Policía Municipal, que ha interrogado a los involucrados. Hasta el momento, ocho de los veteranos están siendo investigados por presuntos delitos contra la integridad moral y coacciones.
Los responsables de la residencia han optado por no emitir comentarios sobre lo sucedido. Algunos residentes han sugerido que se ha exagerado la situación. «Las novatas aceptaron participar, sabían que serían bromas pesadas, algunas incluso se divirtieron con las novatadas», afirmó uno de los estudiantes. «Nadie las forzó. Se han destacado los videos más negativos», agregó otro universitario.
La Policía ha concluido su informe y lo ha remitido al Decanato de los juzgados de Plaza de Castilla y a la Fiscalía de Menores, dado que dos de las víctimas son menores de edad.